Vales… y mucho

Foto por Erick Torres

No eres un accidente. Dios quiso traerte a esta tierra con un propósito

Por Sara Trejo de Hernández

«Es obvio que no valgo nada» le dijo deprimido un preso a su visitante.  «Claro que valesLa realidad es que no eres un accidente. Dios quiso traerte a esta tierra con un propósito, te hizo de manera especial, vales muchísimo», le aseguró su interlocutor. 

El salmista, hablando de Dios asegura: «Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre» (Salmo 139:13 NTV). ¡Qué aseveración tan maravillosa! Tal vez pienses: «pero no sirvo para nada, nunca me ha ido bien, ni mis padres me quisieron, he cometido muchos errores». Pues nada de esto ni otras cosas que agregues a la lista son válidas cuando se trata del valor que tienes como persona. 

¿Has tenido la oportunidad de ver o escuchar a Nick Vujicic? Nick nació sin piernas, ni brazos. Sus primeros días de vida fue rechazado aun por su mamá, quien por fortuna después cambió de actitud. En su proceso de crecimiento Nick aprendió que Dios lo amaba y quería usarlo para algo y así ha sido.

Este joven va por todo el mundo exponiéndole a la gente el gran amor de Dios. También les muestra que si Dios ha realizado una obra a través de Él, todos los demás pueden hacer aquello para lo que los trajo a la tierra. 

¿Cómo puedes ser la persona que Dios soñó que fueras? Necesitas relacionarte de cerca con tu Creador para que él te vaya dirigiendo. Algo muy sencillo es poner atención a las cosas que te encantan para descubrir las habilidades que tienes. 

Existen dones que solo se descubren a través de ejercitarlos. Si desempeñas todas las labores que puedas, descubrirás para qué eres bueno. Dios es tan multifacético, que te hizo apto para muchas cosas. Por supuesto, después de identificar esas cualidades, emplea tu don para que no se atrofie. 

En cuanto a tu carácter y forma de ser, eres único, no existe alguien igual a ti. No tienes que ser como otros para ser aceptado, querido o importante. Dios te ama tal como eres y en tu individualidad te va a emplear para que el mundo conozca de su amor.

No temas ser tú mismo, sé auténtico y verás las grandes recompensas que obtendrás al darle crédito a Dios por lo que ha hecho contigo. Dios no se equivoca y él te formó.

Como dice Pablo en Efesios 2:10: «Porque somos hechura suya creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas».

¿Qué esperas? ¡Manos a la obra!


Tal vez también te interese leer:

Estoy trabajando en ti    (¿Qué cambios necesitas en la vida?)

Odios baratos    (¿Qué hacer con las malas relaciones?)

Tal como soy    (¿Eres feliz tal como eres?)

La última pieza del rompecabezas    (Descubre cuál es esa pieza en tu vida)

Venciendo el temor    (¿En quién confiamos y a quién recurrimos cuando tenemos miedo?)

El cansancio    (Descubre qué te roba fuerza)

Tú también puedes ser feliz  (Cree esta afirmación)

Cómo ser felices   (Los consejos nos son útiles para lograr las metas)

¿En dónde está tu enfoque?   (Tú puedes elegir el mejor enfoque)

El dominio de la falta de dominio   (Ten el control de tu carácter)

Margen    (Sigue el consejo y mantén el margen)

3 verdades que te motivarán al cambio   (Apóyate en estas verdades)

Cómo hacer cambios duraderos    (Descubramos cómo lograrlo)

Soy uno, ¿cómo luchar con mi lado oscuro?    (Descubre más del Eneagrama)

#Sin Filtro    (Estás dispuesto a ser auténtico)

La doble moral y yo    (Busquemos ser íntegros)

Conocer a Dios para conocernos   (Esta es una verdad que hay que experimentar)

¿Qué tanto te conoces?     (Aquí tendrás más información sobre el Eneagrama)

Cuando la tentación toca a la puerta   (Prevé y sal bien librado)

¡Somos admirables!   (Refuerza esta verdad)

Anterior
Anterior

¿A tiempo o a destiempo?

Siguiente
Siguiente

Una invitación especial