¿Qué es ser vulnerable?

Foto por Andrea Hernández

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Quizá parezca que la vulnerabilidad tiene más desventajas que beneficios...

Por Laura Castellanos 

La vulnerabilidad no es algo que busquemos. De hecho, solemos considerarla como una característica negativa. ¿Qué es ser vulnerable? La definición literal nos dice que es «la cualidad que tiene alguien para poder ser herido».

La vulnerabilidad se encuentra en la sociedad. Por ejemplo, un individuo analfabeto está en una situación vulnerable, ya que puede ser timado por cláusulas injustas al pedir un trabajo o se le dificulta acceder al mercado laboral. De igual manera, nosotros cuando somos jóvenes e inexpertos en algún área de nuestra vida podemos sentirnos expuestos. 

Por ejemplo, cuando tenemos poco tiempo sirviendo al Señor, nos sentimos en desventaja frente a los que han recorrido una larga travesía con Él y son más maduros en la fe. Tal vez pensamos que carecemos de fortaleza y sabiduría. 

El antídoto en este caso es la esperanza. Escuchar el consejo de mentores que ya transitaron por ahí y continuar sirviendo a Dios de todo corazón, nos ayudará a enderezar el camino y a entender que «hay una luz al final del túnel».

En el ámbito de la tecnología se nos habla de vulnerabilidad. Se usa para señalar todos los puntos débiles que tiene un programa determinado y que le hace víctima potencial de un virus. Así como las computadoras tienen antivirus que buscan proteger, reforzar y cuidar un programa de los enemigos, en la vida tenemos la fe. 

Toda persona está en peligro de ser infiltrada por la ansiedad, la amargura o la desesperanza a causa de las heridas del camino. Pero la fe nos mueve a creer que hay un propósito en el sufrimiento.

En nuestras relaciones interpersonales, una espada atraviesa el alma de cualquier padre al ver a su hijo en una cama de hospital, o a un estudiante que lleva un par de años intentando entrar a la universidad pública sin éxito. También al misionero que abre las puertas de su casa al vecino que después lo traiciona, o al joven cuyo amigo es acusado injustamente de un crimen. 

El antídoto al dolor que causa la vulnerabilidad es el amor; pues aunque el amor abre la puerta al rechazo, a no ser correspondidos y al riesgo de ser lastimados, también es esa medicina que sana las heridas. Nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanza y se mantiene firme en toda circunstancia.

Quizá parezca que la vulnerabilidad tiene más desventajas que beneficios, pero nos ayuda el saber que vale la pena amar a otros como Jesús lo demostró con su vida, aun cuando implique una dosis de angustia.

Muchas preguntas quedarán sin respuesta durante largas temporadas, o quizá jamás conoceremos muchos de los porqués de esta vida. Pero si bien, el amor nos pone en riesgo, también nos sostiene en los embates de este viaje, la esperanza nos trae consuelo y la fe nos dice que hay un propósito detrás de todo sufrimiento. 


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